Callos a la manera de Oporto

Un día, en un restaurante, fuera del espacio y del tiempo,

me sirvieron el amor como unos callos fríos.

Le dije con delicadeza al misionero de la cocina

que los prefería calientes,

que los callos (y eran a la manera de Oporto) nunca se comen fríos.

Se impacientaron conmigo.

Nunca se puede tener razón, ni en un restaurante.

No los comí, no pedí otra cosa, pagué la cuenta,

y vine a pasear por toda la calle.

¿Alguien sabe lo que quiere decir esto?

No lo sé yo, y fue a mí a quien sucedió…

(Sé muy bien que en la infancia de todo el mundo hubo un jardín

particular o público o del vecino.

Sé muy bien que nuestro jugar era su dueño.

Y que la tristeza es de hoy).

Lo sé de sobra,

pero si pedí amor, ¿por qué me trajeron callos

a la manera de Oporto fríos?

No es un plato que se pueda comer frío,

pero me lo trajeron frío.

No protesté, pero estaba frío.

Nunca se puede comer frío, pero llegó frío. Poema de Álvaro de Campos (heterónimo de Fernando Pessoa), escrito entre 1927 y 1935. Extraído del libro Fernando Pessoa Poesía (Madrid, 1983). Traducción de José Antonio Llardent.

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11 pensamientos en “Callos a la manera de Oporto

  1. Pingback: Manuel Cerdà / A Mi Manera – El Noticiero de Alvarez Galloso

  2. Estimado Manuel sabes lo que disfrute tu novela “ El Hoyo” , en cuanto a que al Niño que menciones le diesen un sándwich de callos es horrible jamás lo hubiese comido ni de niña ni nunca , nada de viseras , ni de lengua , sesos , criadillas o ese tipo de cosas , el Niño dela imagen por cierto se parece mucho a ti , no sé si sea coincidencia o si seas , ya no sigo porque no quiero disgustar a mi lejano Amigo , pero te digo también que las madres de antaño deseaban los niños no desperdiciaran y aprendieran a comer de todo , te contaré una broma que le hice a un amigo de mis hijos súper bien portado y que hoy es médico y un día que lo encontré me dijo que nunca olvido el Sándwich de lagartija que le serví solo por ver su reacción mi respuesta fue , gracias a eso nunca me olvidaste , ahora si hasta la próxima ves querido amigo que me aguantas o eso espero

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      • No querido amigo no te la reserves nunca y dime lo que tengas que decir que es algo por lo que te admiro , sé el sentido de la narración no tiene nada que ver con lo que te conté pero me lo recordó y no fue planeado solo que al salir al patio la encontré ya muerta y cómo les iba a dar de cenar la puse sobre un pan , claro abierto y se quedó estupefacto , te debe parecer cruel esa mala broma pero era tan demasiado bueno y correcto que deseaba lo rechazara , en fin tonterías mías , por lo demás siempre los niños y los muy mayores han sido mis mejores amigos , tú eres una excepción de edad más los muy mayores ya no están , sabes de joven no tuve amigos más esa es ya otra historia

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  3. Vale, frio o crudo o quemado, nunca discuto con el camarero, prefiero pagar e irme pues si le digo que se lo lleven que está mal hecho, no confío en lo que me van a traer… Bonito poema Manuel. Un abrazo

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  4. Pienso que Pessoa iba por el asunto de la metáfora de los callos al Oporto frios, haciendo una analogía con lo que llamamos Amor , este si te lo “sirven” frió pues resulta in digerible y en cuanto a los Paraísos de la
    niñez creo se es arrojado muy pronto de ellos , espero una observación más es mi pensar

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