I WANT TO BE HAPPY

Decía Patricia Highsmith que “mi imaginación funciona mucho mejor cuando no tengo que hablar con la gente”. Suscribo palabra por palabra la frase de Highsmith. Necesito mi imaginación para escribir y en esas estoy. Por eso he desactivado los comentarios. Podéis hacerlos en el vídeo si queréis. Gracias y hasta la próxima.

El té que compartieron un estadounidense y un soviético a mediados de los años 20

El estadounidense es Vincent Youmans, el soviético Dmitri Shostakóvich, dos grandes compositores del siglo XX. El té lo hizo el primero, aunque lo compartieron los dos. Eso sí, por separado y con un par de años de diferencia. Hoy, a pesar del paso de los años, sigue sabiendo delicioso, incluso a quien, como un servidor, el té no le gusta.

Vincent Youmans (1898-1946) fue uno de los grandes compositores del teatro y del cine musicales estadounidenses. Autor de una docena de musicales para Broadway y otras tantas bandas sonoras para filmes musicales de Hollywood, uno de sus éxitos más notables fue No, No, Nanette, musical estrenado en Broadway y el londinense West End en 1925. A él pertenece la canción que justifica el título de la entrada, “Té para dos” (Tea for Two), celebérrima canción versionada y grabada infinidad de veces, probablemente la más popular del centenar que nos legó.

Dmitri Shostakóvich (1906-1975) era un compositor de estilo muy diferente al de Youmans. El primero representante indiscutible de la llamada ‘música popular’; el segundo –si bien con matices, con muchos matices– de la que se denomina ‘música culta’. Shostakóvich es autor de tres óperas, varios ballets, quince sinfonías, numerosos conciertos instrumentales, preludios y sonatas para piano.

Dos años después del estreno de No, No, Nanette, en 1927 –cuando la canción ya era conocida y había logrado el favor del público–, Shostakóvich hizo una curiosa apuesta con el director de orquesta Nikolai Malko, también soviético. Se jugó cien rublos a que era capaz de realizar una versión orquestal de Tea for Two en una hora, habiéndola oído solo una vez. Ganó. La estrenó en Moscú el 25 de noviembre de 1928 con el título de Tahití Trot, y acabó incluyéndola en su ballet La edad de oro.

Vamos, pues, con las dos versiones. La de Youmans, en su orquestación original, a cargo de Jason Graae y Rebecca Luker durante un recital ofrecido con motivo del estreno en 1972 en Chicago de No, No, Nanette. La imagen del vídeo, lamentablemente, no es de muy buena calidad. La versión de Shostakóvich, Tahití Trot, en un fragmento del documental Bolshoi Ballet in Cinema de la temporada 2019-2020.

Que la vida sea amable con ustedes.