Viajar: imaginar

Viajar es muy útil, hace trabajar la imaginación. El resto no son sino decepciones y fatigas. Nuestro viaje es por entero imaginario. A eso debe su fuerza.

Va de la vida a la muerte. Hombres, animales, ciudades y cosas, todo es imaginado. Es una novela, una simple historia ficticia. Lo dice Littré [1801-1881, filósofo positivista francés autor de un Diccionario de la lengua francesa, obra más conocida como el Littré], que nunca se equivoca.

Y, además, que todo el mundo puede hacer igual. Basta con cerrar los ojos.

Está del otro lado de la vida.

Louis-Ferdinand Céline: epígrafe que abre su novela Viaje al fin de la noche (Voyage au bout de la nuit, 1952).