Como decía en la entrada de ayer dedicada a los peques, la de hoy es para los padres (no para las madres), pues es el Día del Padre. Quienes celebren la efeméride recibirán las correspondientes felicitaciones de manera virtual o, en todo caso, sin contacto alguno con aquellos que les agasajan. No puede ser de otro modo mientras la pandemia de coronavirus siga haciendo estragos entre nosotros. De manera virtual también –tampoco puede ser de otro modo–, esta bella y exuberante mujer les ofrece nada menos que su corazón. Su corazón pertenece a papi, dice cantando Marilyn Monroe en el vídeo que figura al inicio. Así que, por una vez –esperemos que así sea–, sus seres queridos y Marilyn les felicitan de igual manera.
Habrán adivinado ya que estoy hablando de la canción My Heart Belongs to Daddy (Mi corazón pertenece a papi), que interpreta Marilyn Monroe en la estupenda película de George Cukor Let’s Make Love (1960, El multimillonario) y compuso Cole Porter para su musical Leave It to Me!, estrenado en 1938. Ambientado en la Unión Soviética, fue un éxito, pero después de la Segunda Guerra Mundial su tratamiento cómico de los soviets y de los nazis parecía fuera de lugar. No volvió a reponerse hasta finales de la década de 1980. No sucedió lo mismo con My Heart Belongs to Daddy, pues figura desde entonces entre los grandes estándares de la música popular y ha sido grabada por todo tipo de cantantes y músicos instrumentistas.
La versión que interpreta Marilyn en El multimillonario es un tanto distinta a la original. La introducción cambia por completo, pues ella se presenta como Lolita, a quien no se le permite “jugar con chicos”. ¿Por qué Lolita? Lolita, la excelente novela de Vladimir Nabokov, hacía apenas dos años que había sido publicada en Estados Unidos (la primera edición data de 1955, en Francia). Nadie quería publicarla, la consideraban una novela pornográfica. Dado el éxito alcanzado en Francia, finalmente el negocio pudo más. Por otra parte, en aquellos momentos Marilyn Monroe estaba casada con el dramaturgo Arthur Miller, activista en la lucha por las libertades civiles, perseguido por el Comité de Actividades Antiamericanas y uno de los pocos intelectuales que no cedió a las prebendas de que comenzaron a disfrutar aquellos que colaboraron en el Congreso por la Libertad Cultural impulsado por la CIA, como tampoco lo hizo Vladimir Nabokov. El propio Miller se encargó de revisar el guión. Además, Yves Montand era claramente de izquierdas y George Cukor vivía abiertamente, aunque sin alardes, su homosexualidad. También en el caso de Porter esta era conocida y aceptada por todos, incluso por su esposa. ¿Puede que, tras tantos años de macartismo, todo ello influyera? No sé, solo son suposiciones mías.
Que pasen un buen día (o lo mejor posible).
¡Qué buena felicitación para los padres!
Buen día para ti también, dentro de lo que se puede.
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Y mira por donde, el primer comentario es de una mujer (no sé si madre). Los ‘papis’ se ve que están acojonados. ¡Demonios con la masculinidad! Vaya panda de cagados.
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Yo me he quedado tuerto acercándome al portátil para ver a Lolita… No soy papi pero me doy por felicitado igual… Oh my good!!!
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Hay quien, al estar confinado y solo, acabó con dolor de mano.
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Gracias Manuel por lo que me toca.
Me encanta seguir tus entradas, y en estos momentos más aún.
Sigue así, un abrazo
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No hay de qué. Si lo publiqué es para que los demás lo vieran y, a ser posible, lo disfrutaran. Gracias a ti, pues.
Un abrazo (virtual, obviamente; de los otros no se puede).
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Papi y abuelo, Manuel. Gracias por la dedicatoria a nosotros.
Interesante la historia detrás de la canción.
Abrazo
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Celebro que así haya sido. Si lo publiqué es para que los demás lo vieran y, a ser posible, lo disfrutaran. Gracias a ti, pues.
Un abrazo (de los virtuales; los únicos posibles por ahora).
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