Un niño ante un cuadro enorme que muestra la explosión de la bomba atómica sobre Hiroshima en el Museo Memorial de la Paz de Hiroshima. Fotografía: Kimimasa Mayama / Corbis. Publicada en “The Guardian” (6 agosto 2015).
El 6 de agosto de 1945, lunes, el cielo amaneció claro. En un día soleado y caluroso, los habitantes de Hiroshima se disponían a iniciar sus quehaceres cotidianos. Pasadas las 7 de la mañana sonó la alarma antiaérea y corrieron a protegerse en los refugios. Salieron sobre las 8, convencidos de que esta había sido falsa. Sin embargo, poco después, a las 8:15, una luz cegadora cubrió el firmamento y enseguida escucharon un estruendo como nunca antes. Había estallado, a 580 metros de altura, la primera bomba atómica de la historia. El azul del cielo desapareció y se volvió rojo intenso a causa de la enorme bola de fuego que generó la explosión…
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Sad memories.
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Very sad. I hope they do not repeat themselves.
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