Dicen los romanos que non basta una vita para conocer Roma. La ciudad eterna es una de esas capitales míticas, emblemáticas, que forman parte de nuestro imaginario colectivo y con la que casi todo el mundo sueña visitar alguna vez. Con ella, al menos los que ya tenemos una edad, empezamos a fantasear desde bien pronto a través de las películas de romanos que veíamos de niños o de otras que conocimos más tarde, como La dolce vita o Vacaciones en Roma. Seguimos fantaseando luego a través de la historia, de la literatura, del arte e incluso de los libros de texto. Y con lo que vamos imaginando formamos una representación en nuestra mente con la que recrearnos. Sucede, no obstante, muchas veces que aquello que nuestra imaginación ha recreado dista mucho de ser cómo creíamos que era. Pero esto no ocurre con Roma. Siempre cautivadora, mágica, llena de encanto, Roma no defrauda: es más de lo que suponíamos que era. Sobre todo si nos perdemos por sus calles, si caminamos sin rumbo fijo, si nos dejamos invadir por ella una vez la hemos invadido. Entonces sí, entonces non basta una vita.
Hoy vamos a acercarnos a Roma a través de la música, a través de cinco populares y bellas canciones que llevan su nombre en el título o el adjetivo ‘romana’, o el de unos de sus barrios más representativos (el Trastévere en este caso). La primera que hemos elegido –no podía ser de otro modo– es la archifamosa Arrivederci Roma, canción de 1955 con música de Renato Rascel y letra de Pietro Garinei y Sandro Giovannini que en 1957 dio título a la película –conocida en la versión doblada al español como Las siete colinas de Roma– que dirigió Roy Rowland y protagonizaron Mario Lanza, Renato Rascel y Marisa Allasio. Lanza es quien interpreta la canción en el filme. Sin embargo, nos quedamos con la versión original que lanzó, en 1955, el cantautor y actor italiano Renato Rascel (1912-1991).
Chitarra romana (Guitarra romana) es una las canciones más famosas del cantante y compositor italiano Eldo Di Lazzaro (1902-1968). La escuchamos por Claudio Villa (1926-1927), uno de los cantantes italianos –nacido en el popular barrio romano del Trastévere– más queridos al que le dieron el sobrenombre de Il Reuccio (El Príncipe).
No abandonamos el Trastévere, er core de Roma que dicen los romanos de siempre, pues de él habla la canción que sigue: Ciumachella de Trastevere (Caracol del Trastévere). La música es del compositor Armando Trovaioli (1917-2013), que también compuso bandas sonoras para películas y la letra de Pietro Garinei y Sandro Giovannini, los mismos autores que escribieron la de Arrivederci Roma. Ciumachella de Trastevere fue una de las canciones de la comedia musical estrenada en 1962, de Garinei y Giovannini, Rugantino. La versión que escuchamos es la de Lando Fiorini (1938), cantante y actor italiano que intervino en la obra y fue su primer intérprete.
Es ahora Mario Abbate (1927-1981), uno de los máximos representantes de la canción napolitana, quien canta esta Serenata romana que compuso, creo, Mario Ruccione en 1956.
Terminamos con una canción de la película de Vittorio De Sica, figura clave del neorrealismo italiano, Estación Termini (1953): Autumn in Rome, el compositor italiano Alessandro Cicognini, autor de numerosas bandas sonoras sobre todo de la época del cine neorrealista italiano, y del también compositor, además de pianista y director de orquesta, Paul Weston. La letra la escribió Sammy Cahn. Vemos la secuencia en que la interpreta Patti Page.
Que tengan un buen día.