El fracaso no es más que el resultado adverso de algo. Es momentáneo, ocasional, consecuencia de la frustración, de aquello que no se resolvió como esperábamos. Otra cosa es la derrota. Claro que solo quien lucha puede ser derrotado.
Así, como escribió Samuel Beckett (Rumbo a peor, 1983), “Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”.
Un filósofo sueco (no recuerdo el nombre) escribió que las derrotas son necesarias para formarnos como seres humanos. Un saludo
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Ante todo, mis disculpas por no responder a tu comentario ni visitar tu blog. Lo anunciaba en la entrada “En obras”, que figura como destacada en mi blog desde el 3 de febrero, pero con todo este trasiego de la mudanza de las entradas de un blog a otro, han sido muchos a quienes les ha pasado inadvertida. Si este es tu caso, lamento la confusión que haya causado. Nada más lejos de mi intención que desatender a nadie.
También ruego me disculpes que este comentario sea prácticamente el mismo para todos. No doy abasto y no quiero inaugurar el blog sin antes responder a los comentarios.
Mis más afectuosos saludos, mis mejores deseos, y mil gracias por haber contribuido a que este blog cuente ya con un importante número de visitas sin haber sido ‘inaugurado oficialmente’.
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Un saludo, Manuel.
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Igualemente, Julio Alejandre. Ya me voy poniendo al día.
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