
“Muerte y vida” (1916). Gustav Klimt.
Lobotomías de espíritu para blindarse ante la propensión a la ensoñación, a creer que si hoy no sucede nada mañana será distinto, y si no pasado mañana, o el otro. Y destrucción, para convencernos de que las cosas cambian. Espejismos. El acontecimiento más extraordinario que nos queda por experimentar es la muerte. Antes hubo otro: el nacimiento. Entre ambos, un deambular por el camino diseñado sobre diseños anteriores, a su vez tomados de otros más remotos, siempre con el mismo propósito: reducir lo diferente a lo mismo.
Uniformidad. Apariencia. Imagen. Formas. Estética. Espectáculo. Representación.
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