No decirle mariquita

Si consideran este vídeo merecedor de su reconocimiento les agradeceré que pongan un ‘me gusta’ en YouTube. Muchas gracias.

«No decirle mariquita, que tiene nombre también”. Así comienza esta sevillana compuesta por José Valladares que interpreta él mismo. Estoy convencido de que lo hizo con toda su buena voluntad, pero le salió un dislate de proporciones considerables. ¿Qué culpa tiene el pobre homosexual si “Dios quiso hacerle hombre cuando venía para mujer»?, se pregunta. No tiene culpa de que «su madre le pariera mariquita». Él es «bueno y decente», y «devoto y creyente». Total, que quería hacer una canción en defensa de la homosexualidad y compuso una sevillana delo más homófoba.

No me gustan las sevillanas. Y, por supuesto, esta no es una excepción. Sin embargo, cuando casualmente la escuché, la asocié enseguida a toda esta gente que va de abanderado de la vida con su bandera de España, esa que quieren que jamás deje de ser “una, grande y libre”. «No decirle mariquita, que tiene nombre también”, canta Valladares. Para estos se me ocurren muchos nombres sin tener que llamarlos mariquita: maricón (con acento en la n que decía mi admirado Pepe Rubianes, pues les jode más), chupapollas, facha, cahoperros… Todos aquellos improperios que puedan molestar a quienes salen en el vídeo como los que simpatizan con ellos.

Que pasen un buen día. Los fachas no.

Libérate

Si ven el video y les gusta les agradecería que, si no es mucha molestia, así lo hicieran constar en YouTube. Muchas gracias.

“Libérate, no vivas más oprimido, / busca tu felicidad, /que aunque muchos te critiquen/ el que lo prueba repite. / Yo no sé porque será”, cantaba a mediados de la década de 1970 Rafael Conde ‘El Titi’ (1935-2002) en la canción Libérate (1976). Compuesta por Vicente Raga, en ella –como en El gitano colorines– reivindicaba las libertades homosexuales, llegando a convertirse en uno de los himnos gay.

Y he pensado yo que qué mejor que estas imágenes de los bravos y varoniles legionarios españoles desfilando a su ritmo para ilustrarlas. Como verán, les va como anillo al dedo. Yo no sé porque será.