Alles Schwindel. Kabarett in Weimar Berlin

Tras el fin de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Berlín se convirtió en el centro de la modernidad, el escaparate social y cultural del mundo occidental que todos miraban. Con más de cuatro millones de habitantes, la ciudad exhibía su pujanza y en ella se daba cita la vanguardia artística de uno de los periodos más fructíferos de la historia cultural alemana, el comprendido entre 1919 y 1933, fecha esta última en que los nazis llegaron al poder y empezaron a perseguir a compositores, directores, actores…, de lo que llamaban “arte degenerado”. Muchos de ellos no tuvieron otro remedio que exiliarse. La mayoría de los que no lo hicieron terminaron sus vidas en los campos de exterminio. Algunos, además de dedicarse a componer o interpretar una música “depravada y viciosa”, eran judíos, otros homosexuales y, otros más, declarados izquierdistas.

En aquel Berlín de los felices años veinte había de todo y para todos. O eso parecía. En 1920 había conseguido superar a París en número de teatros: cincuenta y nueve frente a cuarenta y siete, pero por encima de todos los espectáculos, del cine, de los circos o de los teatros, los bailes y cabarets levantaban el entusiasmo como ningún otro. Todo el mundo en busca de diversión, trasgresora o no, encontraba en Berlín la horma de su zapato. Todo el mundo, o casi todo, no obstante, sabía que al fin y al cabo todo era mentira, como dice Alles Schwindel (Todo mentira, Todo un engaño), canción compuesta en 1931 por Mischa Spoliansky con letra de Marcellus Schiffer. Si alguien, no obstante, tenía alguna duda, la crisis de 1929 y la posterior llegada de los nazis al poder se encargaría de despejársela.

Todo es mentira, una estafa. La política, la familia, todo es un timo, puro engaño, dice la letra de la canción que suena en el vídeo, que recoge en imágenes el ambiente del Berlín de la época de Weimar y presta especial atención a la música para cabaret, a sus compositores, sus intérpretes y los locales donde actuaban. Antes de documentarme cuando estaba escribiendo mi novela Adiós, mirlo, adiós (Bye Bye Blackbird) desconocía prácticamente todo acerca de la música de cabaret alemana de la década de1920 y principios de la de 1930. La descubrí entonces, me entusiasmó y lo sigue haciendo. La versión de Alles Schwindel que suena en el vídeo corre a cargo de Ute Lemper y pertenece a su álbum Berlin Cabaret Songs (1997).