Lo cuenta el crítico musical Will Friedwald en la magnífica película documental, dirigida por Leslie Woodhead, Ella Fitzgerald: Just One of Those Things (2018).
El avispado productor y empresario musical Norman Granz (1918-2001), quien tenía una visión del jazz y del mundo del espectáculo como nadie, fue el responsable que Ella Fitzgerald abrazara el bebop allá por 1952 y grabara esos maravillosos álbumes con canciones de algunos de los grandes compositores del Great American Songbook como Cole Porter, Duke Ellington, George Gershwin o Irving Berlin.
Granz era un hombre “culto” al que le gustaba especialmente la pintura y mantenía una muy buena relación con Pablo Picasso, a quien había conocido en 1968. Un día le dijo a Ella: Esta tarde he quedado con Picasso, vente y te lo presentaré. Más o menos, cito de memoria. Ella lo miró, sonrió y respondió: Esta tarde no puedo, tengo cosas más importantes que hacer. He de zurcir calcetines.
Y es que cuando se tiene talento es difícil que te la den con queso. Con lo tener talento me refiero a Ella, por supuesto.
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En la imagen Ella Fitzgerald y Norman Granz sobre 1955 (All About Jazz.com).
Del talento de Ella no cabe duda, para mi es magia.
Seguramente no era afín a la fuerte personalidad y extravagancias de Picasso y prefería dejarlo pasar.
Saludos!!
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….me encanta escucharla …me gusta. Salud y saludos.
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