Silvino Zapico, el minero a quien el franquismo castró

El cuadro que encabeza estas líneas es de Eduardo Arroyo (El Minero Silvino Zapico es arrestado por la policía, tinta china sobre papel) y fue pintado en 1967 cuando este se hallaba autoexiliado en París. Silvino Zapico fue un minero asturiano al que detuvo la policía franquista en 1963 con motivo de la represión que siguió a la huelga de mineros asturianos, lo castró y apaleó, y se conoce como El arresto. En él vemos a un hombre vestido de negro a punto de entrar en la casa de Zapico, una niña trata de impedir la detención pero un personaje de evidentes trazos mironianos le invita a pasar. Es una clara referencia al papel condescendiente que Miró tuvo con la dictadura franquista. Pero no es de Miró de quien vamos a hablar.

En 1962 los mineros de Asturias protagonizaron una de las huelgas más sonadas que tuvieron lugar durante la dictadura franquista. El 5 de abril de dicho año, en el Pozo Nicolasa de Fábrica de Mieres, unos 25 picadores empezaron, progresiva y deliberadamente, a reducir su ritmo de trabajo. Por este motivo siete de ellos fueran suspendidos de empleo y sueldo. La solidaridad se convirtió en el principal motor de la respuesta obrera y el conflicto se extendió por toda Asturias y otras 25 provincias españolas. Un plante como el citado era motivo en aquellos tiempos para que sus protagonistas fueran juzgados por el código de Justicia Militar. Su delito: sedición.

Los huelguistas alcanzaron la cifra de 300.000 en toda España –la mayor con diferencia hasta entonces desde el fin de la Guerra Civil–, llegándose a decretar el estado de excepción en Asturias, Vizcaya y Guipúzcoa. El paro se mantuvo hasta principios de junio, si bien hubo nuevos plantes desde mediados de agosto a los primeros días de septiembre. Resultado de todo ello fue la deportación y dispersión de 126 mineros por 16 provincias españolas.

No fue obstáculo la represión para acallar a los mineros, y en 1963, en el mes de julio, las protestas se reprodujeron durante cuatro meses. La represión tampoco cesó y muchos mineros fueron detenidos y torturados. El minero Rafael González, de 36 años, murió el 3 de septiembre a consecuencia de los malos tratos recibidos en la Inspección de Policía de Sama de Langreo. Otros lograron sobrevivir, lo que no les libró del ensañamiento de los “defensores del orden”. Uno de ellos fue Silvino Zapico, que el mismo día del asesinato de Rafael González, y en el mismo lugar, fue castrado y apaleado. A su esposa le cortaron el pelo al cero. A otro minero, Vicente Bargaña, le quemaron los testículos. Al dirigente obrero Alfonso Braña lo torturaron y arrojaron luego su cuerpo a la calle, siendo recogido allí por un compañero suyo, pero se encontraba en tal estado que cuando llamaron a un médico para curarle este dijo no saber por dónde empezar.

No fueron estos los únicos casos, que fueron denunciados mediante una carta dirigida al ministro de Información y Turismo (Manuel Fraga Iribarne) que firmaron 102 intelectuales, entre ellos José Bergamín, Vicente Aleixandre, Pedro Laín Entralgo, José Luis López Aranguren, Gabriel Celaya, Antonio Buero Vallejo, Alfonso Sastre, Carlos Barral, Juan y José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma, Paco Rabal y Fernando Fernán-Gómez. Los hechos fueron negados por el gobierno, que acusó a los firmantes de denunciar las “supuestas” torturas con la pretensión de “salir de su anonimato”. Finalmente, el 25 de octubre los 102 firmantes fueron expedientados “por delito de difusión de noticias falsas o tendenciosas”.

Hoy no hubieran castrado a Silvino Zapico. Hoy no podría existir ningún Silvino Zapico. Hoy la castración es mental. Hoy todos somos monórquidos de espíritu y lo llevamos la mar de bien. Pobre Zapico. Pobres de nosotros.

9 pensamientos en “Silvino Zapico, el minero a quien el franquismo castró

  1. Bonjour Manuel !

    It is a shame that some great artists are friends of fascist regimes.
    Miro liked Franco, and Nolde (from your last post) was a member of the NSDAP, Hitler’s party in Germany.

    I did not want to mention it in the commentary section of your last post – but now the time has come to write about it.

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      • Nolde, fasciste, hypocrite et menteur:

        wikipedia
        Debido a su antisemitismo e ideología cercana al nazismo,​ tras la llegada de Hilter al poder no tuvo problemas para seguir trabajando, pero sus obras fueron calificadas como arte degenerado. Nolde quiso ser un gran artista del régimen nazi, pero en el nazismo había visiones radicalmente contrapuestas sobre su creación. Para los más reaccionarios su arte, especialmente sus pinturas religiosas, era símbolo de degeneración.

        Sus obras fueron incluidas en la exposición sobre el arte degenerado que montaron los nazis en Múnich en 1937, pero Nolde consiguió que fueran retiradas de la exposición itinerante. En 1941, en plena Segunda Guerra Mundial —que Nolde llamaba la guerra de los judíos—, la Cámara de Bellas Artes del Reich lo expulsó de su seno por lo que a partir de entonces no pudo exponer ni vender sus cuadros.

        Al acabar la Segunda Guerra Mundial se presentó como un represaliado por el nazismo y tras su muerte en 1956 la Fundación Nolde ayudó a construir esa imagen idealizada publicando las memorias del pintor de las que fueron excluidos los pasajes antisemitas. Una exposición celebrada en Berlín en 2019 recuperó su antisemitismo y su nazismo. A raíz de ello la canciller alemana Angela Merkel devolvió los dos cuadros de Nolde que decoraban el edificio de la cancillería.

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      • Contrairement au célèbre nazi Nolde, je n’ai jamais rien lu sur Miro indiquant qu’il était fasciste :

        TELERAMA
        En 1937, Picasso et Miró s’unissaient contre le régime franquiste.
        Alors que la guerre civile faisait rage dans leur pays, des artistes s’unissaient pour créer un pavillon anti-franquiste lors de l’Exposition universelle de 1937, à Paris.

        L’avant-garde contre le fascisme
        Guernica – du nom du petit village basque anéanti par les alliés de Franco en avril 1937 – resta, ainsi que des sculptures et gravures du maître, auxquelles vinrent s’ajouter des œuvres de Joan Miró (Le Faucheur) …

        “L’engagement politique de ces artistes les a contraints à travailler presque toute leur vie hors d’Espagne,” dit Juan Manuel Bonet, ex-directeur du musée national Reina Sofía, à Madrid. …

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      • Il y a plusieurs passages incorrects dans cet article, cher Manuel.
        Je les porte ici à votre attention.

        » … in Franco’s Spain the repression against the Republicans has begun and the Spanish refugees in France are struggling to flee to America, Great Britain or the countries of the East …»

        Ce n’est pas vrai! Par exemple, Picasso n’a jamais tenté de fuir vers la Grande-Bretagne ou les États-Unis. Au contraire, il est resté en France, pendant la dictature de Franco en Espagne, mais aussi pendant toute la Seconde Guerre mondiale. Miro n’a pas non plus tenté de s’évader, il est resté en France.

        WIKIPEDIA:
        Seconde Guerre mondiale
        Pendant la guerre, Pablo Picasso vit à Paris sans être iniquiété dans son atelier rue des Grands Augustins. Entre 1942 et 1943, il réalise l’assemblage, Tête de taureau, L’Aubade, L’Homme au mouton. Ses toiles seront régulièrement exposées dans des galeries d’art tel Louise Leiris.

        L’immense notoriété de Picasso lui procure une relative protection, sans lui épargner les tracasseries. Il est ainsi fiché comme « anarchiste » par la Sûreté. Son ami de longue date, Max Jacob est arrêté par la Gestapo d’Orléans, le 24 février 1944 à Saint-Benoît-sur-Loire, puis meurt au camp de Drancy. Le 30 octobre 1944 s’ouvre le Salon d’automne où Picasso est exposé.

        ( Et Miro ausse expose au Salon d’automne à Paris avec son ami Picasso.)

        Engagement au Parti communiste
        Picasso adhère, le 5 octobre 1944, au Parti communiste français (PCF) et publie un article dans L’Humanité, les 29 et 30 octobre 1944, intitulé « Pourquoi j’ai adhéré au Parti communiste », dans lequel il explique que son engagement personnel date de la période de la guerre d’Espagne, renforcé par la lutte des résistants communistes français durant la guerre qui vient de s’achever.

        Très opposé à la guerre, Picasso peint la célèbre Colombe de la paix (1949) à l’occasion de son adhésion au Conseil mondial de la paix et reçoit à ce titre un prix international de la paix en 1955.

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  2. De plus, l’article du Huffington Post ne dit pas que Miro était du côté d’Hitler ou du côté de Franco.

    L’article indique simplement que Miro et sa famille ont quitté la Normandie pour Paris, lorsque les nazis ont commencé à bombarder le nord de la France. Ils n’ont pas émigré vers la Grande-Bretagne ou les États-Unis mais sont retournés en Espagne.

    Wikipedia:
    Au mois de novembre 1936, Miró se rend à Paris pour une exposition qui y est programmée. Avec le drame de la guerre d’Espagne, il ressent la nécessité de peindre de nouveau « d’après nature ».

    Le Pavillon de Paris (1937)
    Après avoir réalisé l’affiche Aidez l’Espagne, pour l’édition d’un timbre postal destiné à aider le gouvernement républicain espagnol, Miró se charge de peindre des œuvres de grandes dimensions pour le pavillon de la Seconde République espagnole, à l’exposition internationale de Paris de 1937, qui est inaugurée au mois de juillet. Le pavillon accueille également des pièces d’autres artistes : Guernica, de Pablo Picasso, la Fontaine de mercure, d’Alexander Calder, la sculpture La Montserrat, de Julio González, la sculpture Le peuple espagnol a un chemin qui conduit à une étoile, d’Alberto Sánchez, et d’autres encore.

    Miró, quant à lui, présente El Segadorc, un paysan catalan représenté avec une faux au poing, symbole d’un peuple en lutte, clairement inspiré du chant national catalan Els segador.

    De 1939 à 1940, il séjourne à Varengeville en Normandie.
    Lorsque l’Allemagne nazie envahit la France, Miró rallie l’Espagne et s’y installe, d’abord à Mont-roig, puis à Palma de Majorque et enfin à Barcelone, de 1942 à 1944.

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