
“El idiota” (2008), óleo de Paco Pomet.
Puedo entender la aceptación o la negación, pero no a los indiferentes, a los que dicen así es la vida, renunciando explícitamente a buscar un lugar en el mundo y aceptando sin reservas el que se nos adjudica nada más nacer. Ninguna compasión siento por sus desgracias.