El Hoyo. Manuel Cerdà

Mi más sincero agradecimiento a Xabier Novella por tan elogiosa reseña.

metáfora de un grito

Se suele decir que un libro es tantos libros diferentes como lectores tiene. Me atrevo a sugerir un humilde comentario a la obra "El Hoyo" de Manuel Cerdà, desde mi subjetiva visión y la amistad.

Encontraréis más relatos, música y pensamientos suyos en:
https://manuelcerda.com/

 Ya nos prevenía Manuel, allá por el mes de septiembre, que “El hoyo” ha sido un parto complicado y que la criatura anda en incubadoras. Y en parte el libro va de eso, de partos, agujeros, cordones umbilicales, raicillas que nos alimentan en la soledad del Hoyo. Nadas más sumergirnos en su lectura deviene la pregunta: ¿Qué es el hoyo?, ésta resuena como la pregunta de Trinty a Neo en “The Matrix”: ¿Qué es Matrix?. ¿Acaso no vivimos cada uno de nosotros en nuestro propio hoyo?, ¿Qué es la realidad?, ¿Qué es el Hoyo?... A partir de un hecho insólito, Manuel va elaborando una trama que…

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La irresistible atracción del hoyo

Una nueva crítica de mi novela «El hoyo», una critica que me ha encantado y, sobre todo, llegado muy adentro (al corazón, al alma, al espíritu…). Su autor, Alfonso Cebrián Sánchez, es un excelente escritor (les recomiendo sus novelas y sus ‘cuentos inacabados’, que ojalá no acaben nunca, no se arrepentirán), por lo que me siento muy honrado. Mi más sincero agradecimiento.

Cuentos inacabados

No, desde luego que no. Uno puede tener la necesidad, inspiración o capricho de meterse en un tonel, exiliarse de ese modo, provocar a los atenienses de su tiempo, incluso merecer la mención de su homónimo historiador hasta el punto de convertirlo en artífice notable del cinismo filosófico.

O también, llevado por su modo de ser estoico, encerrarse en su propia torre para escribir y opinar sobre esto y aquello. Pero en ambos conocidos y notables ejemplos, fue la elección el motor del apartamiento.

Pero no es eso ni mucho menos lo que le ocurre a nuestro protagonista que, por el simple hecho de parar a estirar las piernas en un viaje rutinario cae y acaba sumido en el fondo de un hoyo.

Un accidente, pensaremos, algo que tiene remedio con voluntad y suerte. Pero no. Caer al hoyo tiene consecuencias y no es tan fácil salir, como puede comprobar…

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