Vinicius de Moraes

Extensa entrada esta de hoy, que revisa y amplía otra que publiqué el 2 de febrero de 2019, sobre Vinicius de Moraes, de quien el pasado 9 de julio se cumplieron cuarenta años de su fallecimiento. Confío, no obstante, en que no resulte pesada y se les haga corta a los amantes de la bossa nova.

Vinicius de Moraes fue ante todo un hombre que quiso “vivir cada segundo como nunca más […], el único poeta que, según Carlos Drummond de Andrade, vivió como tal”. (Carlos Galilea: “La santísima trinidad”, El País, 10 de julio de 1980).

Nacido en Rio de Janeiro el 19 de octubre de 1913, “llevó –sigue diciendo Gallea– la poesía de los libros a las canciones con versos precisos y casi siempre coloquiales” y se le considera –junto con João Gilberto y Tom Jobim– uno de los padres de la bossa nova. Su primera aproximación a la música –que no el inicio de su carrera como autor de canciones– tuvo lugar en 1932, cuando escribió la letra de un foxtrot con música de Haroldo Tapajós titulado Loura ou Morena (Rubia o morena). Aunque escribió alguna más con Haroldo y su hermano Paulo Tapajós, en 1933 publicó su primer libro de poesía –ante todo se consideraba poeta por vocación– y no volvió a escribir letras de canciones hasta 1952.

En el ínterin, se graduó en derecho, estudió poesía inglesa en la Universidad de Oxford e inició una peculiar carrera diplomática. Entre 1946 y 1950 fue vicecónsul de Brasil en Los Angeles. Ese último año regresó a Rio. Allí trabajó como periodista, escribió su primer samba (Quando tu passas por mim, publicado en 1953) y vivió intensamente la vida nocturna de la ciudad. Acuciado por problemas económicos, solicitó otro puesto en el extranjero y lo destinaron a París, como segundo secretario de la embajada de Brasil.

En París, “conoció a Sacha Gordine, a quien vendió una historia para una película: Orfeu da conceição. Pero el productor francés no consiguió reunir el dinero necesario para hacer la película. Cuando volvió a Brasil, Vinicius decidió convertir esa historia en una obra de teatro, y empezó a buscar un compositor para que escribiera la música. Entonces se acordó de un joven músico al que había visto actuar en un club nocturno llamado Club da Chave: se trataba de Tom Jobim. Puede decirse que la bossa nova nació en 1956, el año en que Jobim y Vinícius se conocieron y colaboraron en la música de Orfeu da conceição, así como en la composición del tema Chega de saudade. […] En 1957, Sacha Gordine, una vez conseguido el respaldo económico, viajó a Rio con el director Marcel Camus para rodar la versión cinematográfica de Orfeu da conceição. Gordine quería música original para la producción franco-brasileña, que se titularía Orfeu negro (Orfeo negro). La nueva banda sonora incluía la Samba de Orfeu de Luiz Bonfá y la encantadora Manhã de Carnaval, con letras de Antônio Maria. Jobim y de Moraes compusieron nuevas canciones, entre ellas la dulce y melancólica A felicidade, que incluye la siguiente estrofa: ‘La tristeza no tiene fin, pero la felicidad sí. / La felicidad es como una pluma que el viento lleva por el aire, / vuela tan ligera, pero su vida es breve, / necesita que haya viento sin parar’” (Músicas do Brasil. Samba, bossa nova y música popular de Brasil, Time Life, 1988, 84-85).

Escuchemos Chega de saudade, considerada la primera bossa nova. Compuesta por Jobim y Vinicius, la grabó João Gilberto en 1958. Es él quien la interpreta en un concierto que dio los días 8 y 9 de noviembre de 2006 en el Tokyo International Forum Hall.

Tal vez sin Chega de saudade no hubiera llegado Orfeu negro, o no hubiera alcanzado la fama que consiguió. Chega de saudade marcó un hito y, como escribió el propio Vinícius, “por una especie de telepatía, otros jóvenes compositores brasileños como Carlos Lyra, Roberto Menescal y Oscar Castro Neves estaban empezando a componer en un estilo similar”. Rápidamente la bossa se hizo tremendamente popular en Brasil y sus ecos se dejaron sentir fuera de sus fronteras. Veamos ahora la secuencia inicial de Orfeo negro con el tema de Vinícius y Jobim A felicidade, interpretada por Agostinho dos Santos, al igual que la preciosa Manhã de Carnaval.

Y el final de la película, con la Samba de Orfeu (Luiz Bonfá y Antônio Maria) y esa llamada a la vida que transmite: “Vamos viver, vamos sambar. / Se a fantasia se perder, eu compro outra. / Vamos sambar, vamos viver, / o samba é livre, e eu sou livre até morrer”.

Los años sesenta del pasado siglo fueron los de consolidación musical de Vinícius y su reconocimiento internacional. Tres años después (1962) vería la luz la canción más popular de todas cuantas se han escrito hasta el momento dentro de la bossa nova. Estamos hablando, cómo no, de Garota de Ipanema (La chica de Ipanema). La anécdota que dio paso a la composición es sobradamente conocida: Tom Jobim y Vinicius de Moraes veían pasar todos los días frente al café Veloso, en el que ellos se sentaban, a una hermosa joven de 18 años (Helô Pinheiro) camino de la playa. La admiración que despertó en ellos dio lugar a Menina que passa, como en un primer momento se denominó Garota de Ipanema.

La primera grabación de estudio y comercial es de Pery Ribeiro en un disco registrado en 1963, É todo bossa, antes de la versión del álbum Getz/Gilberto (1964), que supuso la internacionalización de la bossa nova. Vamos con dos versiones, la de Pery Ribeiro y la Astrud Gilberto y Stan Getz, quienes la interpretan, en inglés, en una actuación para la televisión estadounidense el mismo año que salió el álbum.

Vinicius simultaneó la música con la poesía –escribió y publicó varios libros–, aunque las letras de sus canciones son también eso: pura poesía. Le gustaba vivir a tope y llevó una existencia bohemia que le valió la expulsión del servicio diplomático. Así, en 1968, el máximo jerarca de la dictadura, Artur da Costa e Silva, mandó una nota al ministro de Relaciones Exteriores que al parecer decía “Cesen a este holgazán”.

En 1970, Vinicius estrenó un espectáculo en la sala Canecão (Rio) con Jobim, Toquinho y Miúcha con enorme éxito. El show se trasladó a La Fusa, el café concert La Fusa (el de Buenos Aires) en julio de ese mismo año, con la voz de Maria Creuza. Las actuaciones fueron grabadas –luego retocadas en estudio– y dieron lugar a uno de los álbumes más carismáticos de la historia de la bossa: Vinicius en La Fusa. Dado el éxito del disco, en enero de 1971 Vinicius regresó a La Fusa (esta vez a la de Mar del Plata), también con Toquinho y, en vez de Miúcha, con Maria Bethânia. El resultado, otro legendario álbum: Vinicius+Bethânia+Toquinho en Mar del Plata.¿Qué tal si escuchamos algunas de las canciones de tan notables álbumes (en los vídeos figura a cuál). Son por este orden: Samba em prelúdio (compuesta junto a Baden Powell), Se todos fossem iguais a você (con Jobim), É de manhã (Caetano Veloso) y O que tinha de ser (com Jobim).

Grabó varios álbumes más y realizó diversas giras con Toquinho, actuando en Italia y grabando, en Milán, en 1975, otro excelente LP: O poeta e o violão. Entre las canciones que recoge, figura O velho e a flor. Compuesta por Vinicius, Toquinho y Luis Bacalov, fue grabada por primera vez en 1971 (álbum Toquinho & Vinícius).

Con Jobim escribió temas tan sobresalientes como Água de Beber e Insensatez. El primero fue compuesta en 1961 y lo escuchamos, y vemos, por los dos autores en una actuación celebrada en Milán en octubre de 1978. El vídeo nos ilustra perfectamente la personalidad de Vinicius, un hombre entregado a la música y a la poesía, a lo que para él, con las mujeres y los placeres en general, era la vida. Sentado frente a una mesa –con su vaso, su botella de whisky y un cubo con hielo–, canta, recita, charla, estableciendo una comunicación total con su público. Lástima que la resolución del vídeo sea tan mala, pero su inclusión en esta entrada era obligatoria. La versión de Insensatez que incluimos corre a cargo de otro de los padres de la bossa nova, João Gilberto, durante un recital que dio en Roma en agosto de 1983.

¡Qué hermosa es la letra de Poema dos olhos da amada! ¡Y qué hermosa la música que Paulo Soledade compuso al convertirla en canción! ¡Y qué difícil resulta engrandecer un tema como este! Sin embargo, Maria Bethânia –con la colaboración de la actriz francesa Jeanne Moreau, que recita la poesía en francés– lo consigue. La versión que recoge el siguiente vídeo corresponde al álbum de 1988 Maria, año en que se cumplía el veinte aniversario de la composición.

Siguió actuando –cada vez menos, su salud comenzaba a deteriorarse– y escribiendo poesía hasta que falleció en Rio el 9 de julio de 1980.

Vinicius de Moraes es uno de esas personas que a servidor de ustedes le cae bien, muy bien. Era, según quienes le conocieron, sumamente generoso y desprendido. Su hijo contaba que, viviendo en París, el dinero que entraba en su casa era una suma considerable, pero que tal como entraba salía y siempre andaban pelados. Mi hijo, para bien o para mal, podría decir lo mismo de mí. Yo tengo guitarra, pero toco muy mal; tengo voz, pero más que cantar castigo los oídos de quien me escucha, y tengo whisky, de las Highlands. Por tanto, esta última es la opción que elijo para rememorar a este gran músico y poeta, a este gran vividor ante todo, pues si uno no vive y se limita a existir es un imbécil como la copa de un pino. Me sumo, en consecuencia, a las palabras de Pablo Neruda: “Por todo eso, y por tantos otros motivos, digo como él: Vinicius, Se todos fossem iguais a você / Que maravilha viver!”.

¡A su salud y a la suya¡ Que pasen un buen día. Con Vinicius es fácil.

20 pensamientos en “Vinicius de Moraes

  1. Gracias Manuel por este recital de Música y Poesía que hoy nos brindaste , no conocía a este compositor y lo disfruté ,en especial me gustó el final de Orfeu Negro , por la alegría y esperanza que esos niños disfrutan , “La chica de Ipanema “por ser la alegría de la juventud y la belleza , , María Bethania que me entero que es hermana de ese hermoso cantante Caetano Veloso , a él lo conocí por mi hija María Elena que aprendió Portugués , solo porque le encanta , el final de lo mejor el video del Poema y bueno un buen Domingo Musical , gracias nuevamente , también debo decirte que tiene mucho de triste

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  2. Hola Manuel, primero agradecerte por tan precioso regalo que nos has dado.
    Mil gracias!
    Quisiera por favor, y te pido disculpas por mi torpeza, pero no consigo la entrada anterior a la que haces referencia, sobre música brasileña del 02/02/ 19. Si puedes darme alguna indicación sobre cómo llegar a ella te lo agradezco. Que vergüenza.
    Por otra parte buscando la citada entrada vi la cantidad de música que has publicado, una más bella que la otra. Me he quedado sorprendida y fascinada.
    Por la nana Mareta mori de amor, literalmente.
    No entiendo valenciano, pero veré quien me la puede traducir.
    Las fotos de tu novela El viaje, me encantan, aparte de bellas, siento que describen muy bien cada historia. Aún no lo termino, quiero ver a donde llega este viaje, con el que me he identificado y creo entender en muchos aspectos. Nombro la novela porque encontré unas referencias a esta y otras novelas, mientras hacía el recorrido de búsqueda del 2 de febrero de 2019.
    Por último la aquarela de Toquinho, que publica tu seguidor, puedo escucharla día y noche y siempre me hace feliz, al igual que toda esta recopilación de Bossa Nova que nos has traído. Sin importar si esta felicidad es breve y ligera, es felicidad al fin.
    Salud por Vinicio y por los poetas, en los que te incluyo, aunque no soy ninguna autoridad ni se nada de la materia pero igual.
    Gracias.

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    • Hola, Violeta,
      ante todo, agradecerte a ti que te hayas interesado por mi entrada.
      La entrada sobre Vinicius a que te refieres es la misma que esta, solo que con menos texto y menos vídeos. Te adjunto unos enlaces con la historia de la bossa nova en 30 canciones que publiqué por si te interesan:

      Brasil: 30 canciones I (1-5)

      Brasil: 30 canciones II (6-10)

      Brasil: 30 canciones III (11-15)

      Brasil: 30 canciones IV (16-20)

      Brasil: 30 canciones V (21-25)

      Brasil: 30 canciones VI (y última) (26-30)


      Por lo que respecta a “Mareta, mareta”, te la traduzco aquí: “Mami (o madrecita), mami, / anoche soñé / que una muñequita / me habías comprado. / La muñeca tenía preciosos los ojos, / la cara muy fina / y los cabellos muy rizados. / La muñeca lloraba / cuando yo la dormía / y si le cantaba / el sueño cogía. / Mientras la acunaba / yo le decía / duérmete muñequita, / muñeca de mi vida. Mami (o madrecita), mami, / …”.
      En cuanto a las fotografías de “El viaje” me alegra mucho que te gusten, ya que son de mi hijo. Seleccioné unas cuantas suyas y las adapté a conveniencia.
      Gracias de nuevo por tu interés y quedo a tu disposición. Mis mejores deseos, Violeta. Por cierto, un personaje de “El viaje” se llama así.

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  3. Muy buen resumen. Es rara la vez que leo o escucho textos o letras de Vinicius y no se me eriza la piel o se me ponen los ojos vidriosos. Sin ser ni mucho menos un erudito, en mi opinión no ha habido poeta o autor de letras de canciones que describa tan precisa y elegantemente los vericuetos de la vida, la amistad y sobre todo EL AMOR.

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